Para comenzar con la bastarda tradición de redactar episodios inconclusos de estas nuestras vidas cotidianas, deslizo una inquietud que tal vez no sea respondida ni correspondida en absoluto:
¿Cuál es el capricho celestial que nos lleva a escribir estos despojos aún cuando sabemos que tal vez ninguna alma caritativa mojará sus ojos en ellos?
3.6.04
Metafísica bloguera
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