A diario, en las distintas estaciones terminales de trenes y subtes, suelo encontrarme con personas, muchas veces niños, que interrumpen mis pensamientos con una frase que merece al menos una reflexión. Ellos claman a los cuatro vientos:
"La razón a voluntad"
Digamos que nos otorgan la capacidad de pensar si nosotros así lo decidimos.
Al menos, interesante.
24.1.06
Baratita la filosofía
Publicadas por claus a las 06:31:00
Etiquetas: ocurrencias
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