Miralo vos al Cristo

Leyendo los "Evangelios Apócrifos" uno se entera de cosas que desconocía sobre los comienzos de la Era Cristiana.
Parece que Joaquín, que era un hombre con bastante dinero, acostumbraba llevar ofrendas al templo, y un día el principal del lugar no se lo permitió "por ser indigno del pueblo de Dios la no dejar descendencia en Israel". El hombre, ya mayor sumido en la mas profunda tristeza y deshonra, no quiso volver a su pueblo y se internó con sus pastores y rebaños en el desierto, rogando a diario a Dios que le permita procrear. La cuarentena (ya que fueron cuarenta días de ayuno, a puro pan y agua) dio resultado. Aunque a medias. En realidad Dios no le permitió procrear, sino que directamente le embarazó a su esposa, Ana, anunciándole que nacería María.
Ambos, en agradecimiento, confinaron a María en el templo desde que terminó el período de lactancia hasta que a los 13 años, o sea al convertirse en mujer la despacharon.
Pero para despacharla lo que hicieron los sabios del pueblo es reunir a todos los viudos y hacerles traer unas ramas. Como Dios habia decidido que enviaría una señal para decidir quien sería el candidato, todos esperaban que algo sucediera, pero nada pasaba. Hasta que le preguntaron a Dios y este respondió: "Hay uno de ellos que no sacó su rama. Ese será el hombre que desposará a María". Parece que un mediocre carpintero, llamado José, no quería saber nada con tener una nueva esposa, ya que era viejo y tenia varios hijos. Y fue obligado a sacar su rama, y al instante apareció una paloma anunciando la elección.
José se llevó a la señorita a su casa, pero no le tocaba un pelo. Así un día, a la vuelta de un trabajo que le había tomado varios días, encontró a María preñada. Ahí nomás se agarró la cabeza diciendo: "¡Qué voy a hacer!" y "¡Como explico esto!". La cuestion es que ni María ni José podian explicar el vientre, asi que para tranquilizarlos apareció el angel y les contó como era todo. Pero no sólo a ellos, sino tambien a los sabios del templo que estaban como locos con José.
Próximo capítulo, el nacimiento.